He de reconocer que últimamente no leo mucho, por lo menos no lo que me gustaría leer. Leo constantemente documentación en ingles relacionada con el mundo de la informática (manuales, cursos, etc.) pero leo muy poca fantasía. El último libro que me leí hace un año y medio, fue el libro de «La Sombra del Viento», de Carlos Ruiz Zafón, por recomendación de un familiar, fuera de mi género preferido que es la Literatura Fantástica.
Aun recuerdo estar yo de vacaciones en Huelva con mis padres de pequeño, cuando para un cumpleaños mi hermano me regalo un montón de libros que compró «de saldo» por 300 pesetas cada uno de la época, de la extinta editorial Martinez Roca, serie Gran Fantasy.
Me acuerdo que me quede enamorado de sus portadas (con sobrecubierta) y poco a poco me los fui leyendo todos, de uno en uno. El primero en leerme me encantó muchísimo. Se llamaba Soldado de Areté. De un autor que yo no conocía hasta ese momento, Gene Wolfe (ganador de múltiples premios como el Nébula, el World Fantasy Award, el Locus, etc.), así como decidí adquirir mi Pseudónimo o Nick que he conservado en las redes sociales en el tiempo: Latro.
Este era el personaje principal de la novela Soldado de Areté (1986). Ciclo que luego continuo tres años más tarde con Soldado de la Niebla (1989), con un Latro meméntico perdido anotando todo lo que le sucedía para que no se le olvidase, en papiros de la época, y diecisiete años más tarde, el libro que cerraría el ciclo, Soldado de Sidón (2006). Así que si quieres leer las aventuras de «Latro, un soldado romano que vaga por la antigüedad en busca de sus raíces. Privado día a día de su memoria por un golpe recibido en combate, Latro es capaz de ver los seres sobrenaturales que en aquellos días poblaron la Tierra y cuyos misteriosos designios regían el destino de los hombres«, no lo dudes, te encantará.
Saludos
Latro